El sector de las renovables español espera una avalancha de inversiones en 2022 y 2023
El sector renovable español recibirá una avalancha de inversiones lideradas por fondos en los dos próximos años en el contexto de la transición energética, tras los retrasos vividos en algunos proyectos durante la pandemia por la crisis de suministros, que apunta a que podría mitigarse en el segundo trimestre.
Ese es el panorama que dibuja Salvador Carrillo, cofundador de Alter5, una plataforma tecnológica que busca facilitar la inversión en activos alternativos como los renovables a inversores institucionales. Se espera que cada vez más de estos actores, muchos de ellos foráneos, se incorporen a la financiación de la construcción de las instalaciones, atraídos por la alta rentabilidad de doble dígito que ofrecen algunos de los proyectos -sobre todo en la coyuntura actual de elevados precios de la energía- y la posición privilegiada de España por sus elevados recursos de sol y viento. A diferencia de los países nórdicos, donde los fondos de pensiones y las aseguradoras llevan financiando proyectos sostenibles mucho tiempo, en España esa cultura financiera es más limitada.
Con todo, en 2021, pese al lastre del coronavirus, se han cerrado muchas operaciones de compraventa de parques entre fondos y promotores, en un mercado en el que han aumentado los precios por los pocos proyectos que entraban en fase de construcción como consecuencia de las demoras y la gran cantidad de capital que quería invertir. «Probablemente, ha sido el sector más activo» en España, comenta Carrillo, que constata que «sigue habiendo un enorme interés» por el sector.
Carrillo destaca que en Alter5 hay más inversores de fuera que nacionales porque «España es un mercado, desde el punto de vista de la energía renovable,atractivo, con mucha cartera». En concreto, se trata de fondos de Francia, Israel, Estados Unidos, Italia y Reino Unido, detalla.
Entre los activos renovables por los que hay más apetito en este momento destacan los fotovoltaicos, por delante de los eólicos, que entrañan algo más de riesgo en la construcción, señala Carrillo. Fundamentalmente, se reparten en regiones como Andalucía, Canarias, Levante, Murcia, Castilla-La Mancha y Extremadura.
«Al final hay una apuesta clara por la transición energética desde un punto de vista económico, político y social y eso ayuda como tendencia a que cada vez haya más gente que quiere participar», explica.
Bonos verdes
En ese proceso, Alter5 ha creado un vehículo de emisión de bonos verdes en Luxemburgo para movilizar capital de inversores institucionales, que adquirirán la deuda -para cuya colocación ha contratado a la gestora Bestinver-, y ampliar el acceso a los mercados para proyectos y promotores de energía renovable en España. Cuenta con la garantía del Fondo Europeo de Inversiones (FEI) de hasta 105 millones de euros para cubrir una cartera de préstamos verdes de 150 millones de euros con el objetivo de financiar el desarrollo y la construcción de las instalaciones.
La plataforma permite crear programas de financiación a medida para promotores que cuenten con grandes proyectos que operan en el sector energético. En total, ha enviado ofertas financiación para 55 proyectos que se desarrollarán la mayoría en 2022 -en torno a 1,2 GW- y calcula que financiará 200 millones de euros durante este año.
Hasta ahora, en muchos casos, la financiación de este tipo de proyectos sostenibles corría a cargo de los bancos, pero, dado el volumen de deuda asociado a la transición energética, las entidades no pueden absorber todos los créditos, por lo que plataformas como Alter5 ofrecen una vía alternativa de captar fondos.
En 2022 y 2023, se prevé que se construyan numerosos parques, ya que a los proyectos que iban con retraso por la pandemia, se les unirán los que ya estaban previstos que iban a entrar en esos dos años. Por ese motivo, Carrillo no descarta que se produzcan cuellos de botella en la financiación.
«España tiene una oportunidad de convertirse en una Rusia energética porque nadie en Europa tiene las condiciones de horas de sol y de viento que tiene España», apunta Carrillo, que incide en que «los desarrollos fotovoltaicos y eólicos son una oportunidad para la España Vaciada porque al final estas instalaciones son generadoras de puestos de trabajo y de riqueza».
En cualquier caso, subraya que el marco regulatorio en España debe proporcionar seguridad para atraer inversión y que se evite que el Estado haga «cambios de cintura» que podrían desviar el dinero hacia otros países.